DUELO GENÉTICO
El duelo genético, es uno de los duelos más duros y a la vez invisibles en la vida de una mujer, hombre o pareja. Cuando te dan esta noticia, es de las más duras que puede recibir una persona en su vida. Y es que somos seres humanos pro-vida, perder un hijo, o no poder tenerlo, tambalea la vida de cualquiera.
En general, suele darse más en las mujeres, ya que la mujer nace con un número finito de óvulos, y cada vez más por el retraso en la maternidad dada la precariedad laboral general, así como las relaciones de un amor más líquido y menos sólido y estable, ellas cuentan con peor pronóstico en estos casos. Muchas mujeres han decidido renunciar de forma consciente al proyecto de vida de ser madres por no haber encontrado una pareja estable en el transcurso con quien construir familia. Otras se ven obligadas a serlo solas para no renunciar a su sueño, ni dejar pasar más tiempo dado que el reloj biológico de la mujer es muy distinto al hombre. Es sabido que el hombre cada tres meses aproximadamente renueva su esperamatozoide. Y que aunque pierde calidad con el tiempo, hasta bien mayores pueden seguir siendo papás. A ellos el reloj biológico no les aprieta.
Es un tema además muy abandonado, apenas hay información sobre esto, en la seguridad social no hay apenas recursos dedicados en este tema, y muchas parejas tienen que someterse a tratamientos estresantes, que además se añade los grandes costes económicos no financiados, de las clínicas privadas a las que tienen que acudir porque en la seguridad social no hay tiempos, las listas pueden ir de dos años en adelante, y la mujer con problemas no puede esperar ese tiempo. Además, hay una edad limite y una serie de condiciones que si no cumples unos mínimos requisitos, eres descartado de antemano.
Cuando a una mujer le dicen que será difícil tener un hijo de su carga genética, entra en una especie de shock, bloqueo emocional, angustia existencial y desequilibrio emocional. No sólo es un factor estresor por tema de salud, pérdida de salud, sino que además conlleva una carga importante, una decisión vital sobre todo para esas mujeres que siempre han tenido el sueño de tener hijos. Al final ser mamás, o papás, va mucho más allá de nuestra carga genética, hay una epigenética de sangre, y crianza que está comprobado que influye. Pero igualmente sigue siendo un golpe muy duro, además de que otras alternativas son todavía más caras.
Nosotr@s trabajamos este tema en el gabinete, porque entendemos que es un tema que necesita especial sensibilidad, un duelo muy invisible, dónde además generalmente la persona siente también culpa, baja autoestima, y se suele sentir muy sol@. Intentamos atender con la sensibilidad y el cariño que una mujer en estas condiciones necesita, pues es uno de los momentos más delicados.
Acompañar en estos casos entendiendo del tema nos parece fundamental, y por eso es uno de los temas que abordamos. En mi caso como terapeuta, y que ha estado sometida a tratamiento y ha sufrido el golpe de recibir la noticia de la pérdida de un embrión, así como la dificultad de poder procrear con mis propios gametos teniendo que someterme a la presión del duro y frío proceso, del tratamiento hormonal y la tensión de pareja que supone para todos, he querido abordar este tema, porque he visto de las necesidades que se necesitarían cubrir para estas mujeres. De la falta de empatía por muchos sanitarios, médicos, enfermeros, seguridad social y sociedad entera.
Encontrar otras ilusiones y propósito vital es posible y sentirte acompañada también. Por eso no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo, si estás en pleno tratamiento, o te has sometido a ellos y estás viviendo un duelo genético, o perinatal, o si vas a iniciar un tratamiento de ovodonación.
Sabemos cómo se pasa de primera mano, y tenemos los recursos necesarios para ayudarte a sentirte mejor.
También sabemos lo mal que lo pasa la persona que está a tu lado, tu pareja. Su impotencia, su tristeza, el nivel de estrés, y la tensión a la que podéis estar sometidos juntos.
Y nuestra máxima premisa, ayudaros a que recuperéis la fuerza necesaria. La seguridad. El sentido, y la tranquilidad en el proceso.
Un abrazo a todas esas mujeres que quieren ser mamás y les puede costar un poco más.
Laura Prieto Climent
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