CARA A CARA CON LAS EMOCIONES NEGATIVAS, CÓMO MEJORARLAS

 Sentirnos mal, o solos, sólo va a estrechar nuestro mundo. ¿Qué cosas nos pueden ayudar a sentirnos mejor?

Hacer voluntariado sería una de esas actividades que nos pueden ayudar, puede darnos un enorme caudal de energía. Los estudios científicos relacionan la compasión hacia otros seres vivos con el bienestar. Cuidar de ellos, nos ayuda a sentirnos menos solos. Hay muchas personas, animales, o gestiones en las que ayudar y poder aportar nuestro valor humano, sentirnos útiles, como parte de grupo, y conectados a los demás. 

Otra de las cosas que podemos hacer es conectar con la naturaleza, pasear por la naturaleza aumenta nuestro bienestar, incluso nuestra capacidad de conexión con el universo, y nos sentimos después más solidarios. Observar el bello mar, el cielo azul, las estrellas, un bello atardecer, nos transportan al momento presente, y es una especie de mindfulness. 

El diálogo interno que tenemos con nosotros mismos también es importante. ¿Cómo te hablas a ti mismo? ¿Qué te dices cuando te sientes solo? Entrena tu cerebro en positivo, por ejemplo puedes empezar cada noche a escribir 3 cosas buenas que te han pasado a lo largo del día y dar gracias por ello. Cuando escribimos conectamos mejor con nuestro inconsciente y memorizamos, por lo que es mejor escribirlo. Después de un mes haciéndolo notarás los efectos, y empezarás a estar más atento a las cosas buenas que te ocurren que a las malas. 

Respira lavanda. Los estudios nos dicen que respirar lavanda, y la aromaterapia en general puede ayudarnos a rebajar los niveles de estrés. Mímate.

Haz ejercicio físico. Recuerda que es uno de los antidepresivos y ansiolíticos más potentes naturales a nuestro alcance que tenemos. A las cuatro semanas de empezar a practicarlo ya podemos notar sus beneficios. 

Ponte una rutina, la rutina aunque a veces la criticamos, está comprobado que nos ayuda. La certidumbre, es una fuente de seguridad para nuestro cerebro y especialmente en época de crisis nos conviene armarnos una rutina que nos sostenga y ocupe. 

Aprende a decir que NO. ¿Cuántas veces dijiste sí cuando querías decir que NO? ¿Cuántas veces tuviste miedo a que no te quisieran o no te hablaran si decías no? ¿Sientes que pasas por encima de tus derechos y necesidades? Aprender a hablar de forma más asertiva (es decir, educada y tranquila , pero expresando tus necesidades y pensamientos, te aliviará a corto y largo plazo. Si te da miedo lo que piensen de ti, y cedes muchas veces aun sin querer, luego estarás enfadado contigo mismo, y te sentirás mal. Solo concede cuando te apetezca sin presión ni obligación. La única obligación en esta vida es hacerte cargo de ti, cuidarte, y si tienes hijos menores, responsabilizarte, así como tratar con responsabilidad afectiva a tu pareja y a los demás, siendo humano, pero permitiéndote tus descansos, tus tiempos y tus momentos. Delega responsabilidades. 

Alimentación consciente. Alimentarnos bien también nos ayuda. En otro de nuestros artículos podéis ver alimentos que son ansiolíticos y antidepresivos. Comer bien, despacio, para tener mejores digestiones, con tiempo suficiente, y al menos una comida caliente casera al día (caliente significa de cuchara, lentejas, caldo, potaje, arroz, pasta) nos ayudará a mantener mejor nuestro equilibrio emocional, y a guardar una dosis de energía para los malos momentos. 

¿Y tú? ¿Te cuidas? 

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Un abrazo